¿Qué es la Responsabilidad Afectiva?:
La responsabilidad afectiva hace referencia a la aceptación, al respeto y al cuidado de uno mismo, pero también implica aceptar, respetar y cuidar a las personas con las que nos relacionamos. Incluye creencias, valores y conductas de la persona, es decir, que hace alusión a una forma de ser y de estar o vincularnos con la gente que nos rodea. El ingrediente básico para que aparezca, además de la “aceptación”, el “respeto” y el “cuidado”, es: “la comunicación fluida y clara” sobre los pensamientos, emociones o sentimientos que estamos teniendo y las circunstancias por las que estamos atravesando, las cuales nos llevarán a tomar unas decisiones y/o actuaciones, al respecto.
La responsabilidad afectiva tendría que darse en cualquiera de las áreas vitales donde estableciéramos una relación con otra persona; en la pareja, en nuestras relaciones afectivo-sexuales, en el ámbito social, de amistad y laboral.
Aplicar la responsabilidad afectiva supone reconocer y asumir que nuestros actos causan emociones en las personas con las que nos relacionamos. Por el contrario, la falta de responsabilidad afectiva hace referencia a un patrón de conducta interiorizado que nos lleva a errar, vínculo tras vínculo, porque somos incapaces de no herir a quienes queremos.
Apego Seguro y Responsabilidad Afectiva en la Pareja:
Las relaciones de pareja que son capaces de crear, las personas con un apego seguro, se basan en la “madurez” y en la “estabilidad”.
Sienten plena confianza en el otro, por lo que pueden disfrutar, con total naturalidad y normalidad, del tiempo a solas, con los amigos, con la familia y con la pareja. De hecho, sienten a la pareja como un lugar seguro al que regresar, siempre, para compartir las vivencias que han tenido con otras personas y en otros ámbitos. Están muy cómodos y seguros con sus parejas, las escuchan y ponen en práctica, con ellas, la “empatía”. Son “grandes comunicadores de sus emociones y/o sentimientos y sus necesidades afectivas”.
Ponen límites sanos en sus relaciones de pareja y si abandonan las relaciones, por iniciativa propia o del otro miembro, reaccionan desde la tranquilidad y la calma, argumentando sus motivaciones para haber tomado esa decisión y expresándose abiertamente, a la cara, con el otro; no resultan personas escurridizas, ni evitativas de lo que les toca en ese momento.
Apego Inseguro Ansioso o Ambivalente y Responsabilidad Afectiva en la Pareja:
Las personas que han desarrollado este estilo de apego aprenden, desde pequeñas, a insistir, una y otra vez más, para lograr algo que les importa y, ni con esas, se aseguran de obtenerlo, lo que hace que se sientan relegados y abandonados.
Es por esto que cuando una persona con apego ansioso tiene pareja se convierte en “la sombra” del otro y trata de ser la “pareja perfecta”; siendo complaciente a todas horas y en todos los ámbitos de su vida, aunque eso implique enterrarse a ella misma como persona con sus creencias, valores, gustos y preferencias (generan “dependencia emocional” de la pareja). No se aplican el autocuidado porque no atienden a sus emociones y/o sentimientos.
Lo hacen todo por el otro porque no quieren ser abandonadas, pero la realidad es que terminan consiguiéndolo, ya que acaban por asfixiar a la pareja con sus eternas dudas, continuas, acerca de si las quieren lo suficiente o no y sus “conductas celotípicas”.
Estas personas son muy intensas y exageradas al expresar sus emociones, sobre todo las más placenteras. Sin embargo, evitan exponer las más desagradables por “miedo al rechazo y al abandono”.
Apego Inseguro Evitativo o Evasivo y Responsabilidad Afectiva en la pareja:
Han aprendido a “reprimir emociones”, así que tienen serias dificultades para reconocer lo que sienten, por lo que les será imposible comunicarlo adecuadamente. De hecho, es que evitan expresar lo que sienten y, sin embargo, se pueden centrar en hechos o actos concretos a la hora de describir algún aspecto de la relación. También, son “personas complacientes” que miden su valía personal según el reconocimiento y la aprobación que reciban de los demás.
Se sienten independientes y dicen gozar de todo lo que su autosuficiencia les proporciona (suelen ser personas con un “espíritu solitario”), pero la realidad es que viven con un vacío emocional que tratan de ignorar o de minimizar. No saben establecer límites sanos con el otro.
Se mueven por “normas y mandatos rígidos en sus relaciones” y no aceptan nada que ellos no hayan construido, antes, en su cabeza; actúan así para protegerse de pasarlo mal por alguien, ya que no quieren enfrentarse a la inseguridad que puede suponer el confiar en alguien y que luego les traicione.
De hecho, cuando sufren una traición, se quedan atrapados en la misma y sin esperanza, alguna, de poder iniciar otra relación sentimental porque “les cuesta horrores el plantearse la confianza con alguien”, nuevamente.
Apego Inseguro Desorganizado y Responsabilidad Afectiva en la Pareja:
Estas personas tienen “serios problemas para querer bien y establecer límites”; gritan a los cuatro vientos querer un atisbo de luz en sus relaciones de pareja, pero la verdad es que no saben salir de la oscuridad. No saben qué pueden esperar las parejas, de ellos, ni lo que ellos pueden esperar de las parejas.
Sus relaciones sentimentales están marcadas por “las continuas faltas de respeto, las mentiras reiteradas, la desconfianza, la frialdad, la manipulación y la crueldad/agresividad”.
Están cómodos con una pareja que haya pasado por unos entresijos de vida parecidos a los suyos, ya que no se sienten merecedores de estar con una persona expuesta a otras condiciones vitales (cuando esto último sucede, se les activa el “complejo de inferioridad” porque no se sienten dignos, ni a la altura, de relacionarse con alguien con unas características diferentes a las suyas). Cuando conocen a personas, con apego seguro, que les atraen, no saben cómo relacionarse con ellas y confunden ciertos aspectos; por ejemplo, las tildan de aburridas porque son estables emocionalmente y con ellas no viven los vaivenes constantes a los que acostumbran, pero la realidad es que el aburrimiento y la estabilidad emocional no son sinónimos, en absoluto.
Pueden llegar a perdonar infidelidades en sus parejas porque, por su desconfianza, aplican el “más vale malo conocido que bueno por conocer”, pero esto sólo los hunde más en su caos mental porque perpetúa que se queden estancados en el resentimiento.
¿Se puede trabajar la Responsabilidad Afectiva?:
Sí, claro que se puede. Si tienes un apego seguro no vas a tener ningún problema para desarrollar la responsabilidad afectiva en tus relaciones de pareja, pero si tienes un apego inseguro, el trabajo en “Terapia Psicológica” te puede ayudar a identificar este tipo de patrón disfuncional (irresponsabilidad afectivo-emocional) que te hace fracasar, constantemente, en tus relaciones sentimentales.
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Licenciada en Psicología, Máster en Psicología General Sanitaria, Máster en Sexología y Terapia de Pareja, Especialista en Terapias Contextuales y Especialista en La Caja de Arena. Cercana, empática, exigente y rigurosa en cuanto a la metodología de trabajo a seguir.